340m² de exposición que reúne una selección de pinturas, dibujos, fotografías y textos que dan testimonio de la vinculación de Santiago Rusiñol con el territorio gerundense. Un recorrido cronológico dividido en 5 ámbitos, Ripoll, Olot, Puigcerdà, Girona y Arbúcies, lugares donde el artista hizo estancias, y donde tejió amistades que perduran en la memoria popular. La muestra comienza con el homenaje que la ciudad de Girona rindió a la figura de Rusiñol en el año 1926, y que se puede ver a través de una película proyectada en una puesta en escena simbólica y sugerente. La exposición sigue combinando dinámicamente cuadros, cartas, dibujos y artículos de prensa, todo bien integrado dentro de una línea cromática que alterna blanco y salmón, a la vez que marca los cambios de ámbito.
Comisariado: Margarida Casacuberta y Vinyet Panyella / Fotografía: Rafel Bosch (imágenes cedidas por el Museu de Arte de Girona)